Jesús Augusto Sarcos Romero: Ekaterimburgo, una metrópoli entre dos dimensiones
Una de las 11 sedes para el Mundial de fútbol de Rusia de 2018, es Ekaterimburgo. Está ubicada en la cordillera del mismo nombre y es considerada la frontera natural entre Europa y Asia.
Ekaterimburgo creció de la nada a partir de un pueblo de mineros para convertirse en la tercera ciudad más importante de Rusia. Fue un territorio cerrado durante algunas décadas, pero se ha transformado en una metrópoli llena de misterios que parece vivir en varias dimensiones a la vez. Edificios lujosos y modernos juntos a arquitectura de los siglos XVIII y XIX, así como de la época soviética.
La ciudad, situada al pie de los montes Urales, fue inaugurada por un decreto de Pedro I el Grande, y se llamó Ekaterimburgo por Catalina I (Ekaterina en tuso), la esposa del zar.
Durante la Segunda Guerra Mundial, más de 50 empresas fueron evacuadas a Ekaterimburgo, así como la colección del Museo Estatal de Hermitage y el Teatro de Arte Chéjov de Moscú. En ese periodo, el radiotransmisor más potente del país se encontraba en Ekaterimburgo.
Récord Guinness
Ekaterimburgo entró en el Libro de los Récords Guinness como la ciudad con el mayor consumo de mayonesa por persona en el planeta. Este factor viene en gran medida determinado por la gastronomía de la ciudad, en la que la mayor parte de los paltos contiene mayonesa.
Misterios de los Urales
Hay muchos lugares en Ekaterimburgo que aún no han sido descubiertos ni siquiera por sus pobladores. Por ejemplo: la Colina de la Ascensión se ha vuelto un lugar sagrado, ya que es el sitio donde se asesinó al último zar de Rusia.
Asimismo, otro de los secretos que esconde está relacionado con unas mazmorras ocultas que fueron construidas y habitadas por el comerciante Rastorguev y los Antiguos Creyentes. El misterio de estas catacumbas aún no ha sido resuelto, ya que los planos de las mazmorras no se han conservado.
Lugares para visitar
Uno de los lugares más visitados por los turistas es el dique sobre el río Iset. Esta obra de ingeniería fue construida en el año 1723 para dar energía a la primera planta metalúrgica de la ciudad. Actualmente es un lugar tradicional donde se organizan festejos populares. En las cercanías del dique se encuentran las estatuas a los fundadores de Ekaterimburgo: Vasili Tatíschev y Gueorg Vilguelm de Guennin.
